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¿Lo tienes todo listo para decirle adiós a la jornada laboral de toda la vida y empezar a trabajar para ti?
En tal caso, España es un lugar ideal para ir por libre. Su clima mediterráneo cálido y su alta calidad de vida hace que a muchos trabajadores por cuenta propia, trabajadores remotos y nómadas digitales les encante España. Tanto si quieres instalarte en el bullicio metropolitano de Madrid y Barcelona, en los pueblos y ciudades cargados de historia de Andalucía o en las elegantes zonas de fiesta de las Baleares, aquí hay algo para todo el mundo.
Eso sí, antes de empezar, tendrás que conocer todos los requisitos legales del trabajo autónomo. En concreto, tendrás que aprender a:
Registrar tu negocio en España.
Evitar el riesgo de clasificación errónea como empleado.
Crear contratos conformes a la legalidad y que te protejan.
Facturar y cobrar pagos de todo el mundo.
En este artículo, trataremos todos estos temas, te ayudaremos a conocer tus obligaciones fiscales como persona autónoma y trataremos algunos de los demás riesgos y responsabilidades que deberías conocer.
En primer lugar, es importante aclarar cómo se define a los trabajadores por cuenta propia en España.
Los trabajadores por cuenta propia son trabajadores que prestan servicios (o entregan productos) remunerados a un tercero. Sin embargo, se clasifican de forma diferente de los empleados y no suelen tener derecho a las mismas prestaciones, como permisos retribuidos, días de baja por enfermedad y salario mínimo. Por otro lado, los trabajadores por cuenta propia tienen más libertad y flexibilidad a la hora de trabajar.
Lee también: Por qué las empresas contratan a trabajadores por cuenta propia en vez de a empleados internacionales
En España, no existe ninguna legislación que determine de forma explícita la diferencia entre empleados y trabajadores por cuenta propia. No obstante, en la práctica, se suele considerar trabajador por cuenta propia a quien cumple los siguientes requisitos:
Determinar su propio horario y lugar de trabajo.
Trabajar sin dirección ni supervisión.
Suministrarse y utilizar sus propias herramientas, materiales y equipos.
Poder trabajar para varias empresas a la vez.
Fijar sus propias tarifas.
Poder delegar o subcontratar trabajo.
Al trabajar con tus clientes, es importante clasificarte correctamente para evitar sanciones y multas.
Para empezar a trabajar por cuenta propia en España, primero tendrás que elegir una estructura formal para tu negocio. Estos son algunos de los modelos más habituales:
Empresario individual (autónomo): estructura sencilla ideal para personas que trabajan por cuenta propia. De esta forma, tienes el control total de la empresa, aunque no hay separación legal entre tú (propietario) y la empresa; eres responsable personalmente de todas sus deudas y obligaciones. También puedes constituirte como emprendedor de responsabilidad limitada para mitigar parte de este riesgo.
Sociedad comanditaria simple: acuerdo simple entre socios colectivos y comanditarios. En el caso de los socios colectivos, no existe separación jurídica entre el individuo y la empresa; son responsables personalmente de las deudas y obligaciones. Los socios comanditarios solo son responsables del capital que invierten en la empresa.
Sociedad de responsabilidad limitada: entidad formal y jurídica independiente de ti, la persona física. En la mayoría de los casos, todos los ingresos y pérdidas se atribuyen a la empresa y no a ti personalmente (es decir, solo eres responsable del capital que inviertes en la empresa).
Cada una de estas estructuras tiene sus pros y sus contras, pero la mayoría de los trabajadores por cuenta propia eligen el modelo de empresario individual, ya que es bastante sencillo de crear y gestionar.
También, si ejerces una profesión liberal (como la abogacía, la medicina o la ingeniería), puedes operar como profesional autónomo.
En cualquier caso, no te hace falta registrar tu empresa en un registro mercantil, ya que no se considera una entidad jurídica independiente. No obstante, sí que debes informar a la Agencia Tributaria española de que ahora vas a tributar como persona autónoma. Para ello, tienes que rellenar y presentar un modelo 037 (por internet o en persona), y seleccionar el número de grupo que corresponda a tu actividad empresarial. Si aún no la tienes, también tendrás que obtener una firma electrónica (conocida como Cl@ve) para acceder a los portales en línea del Gobierno español.
Una vez completado este paso, tienes 30 días para darte de alta en el RETA, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social española. Para ello, solo tienes que rellenar el formulario TA 0521. Ten en cuenta que, aunque tengas contratados planes privados de salud y pensiones, sigue siendo obligatorio cotizar a través del RETA.
Como trabajador por cuenta propia, te corresponde a ti gestionar tus facturas y el cobro de los pagos. Por desgracia, esto significa facturar a cada cliente por separado y cobrar con el método de pago que ellos elijan, lo cual puede ser lento y poco eficaz.
Estas son las formas más habituales de cobrar:
Transferencias bancarias.
Ingresos en cuenta.
Cheques en papel.
Giros postales.
Monederos virtuales.
Servicios digitales de transferencias como PayPal y Wise.
Todos estos métodos tienen sus pros y sus contras. Por ejemplo, las transferencias bancarias y digitales pueden ser bastante rápidas, pero muchas veces conllevan elevadas comisiones de servicio. Y, si tienes clientes en otros países aparte de España, el proceso de cobro puede ser aún más complicado.
La alternativa es utilizar una solución de confianza como Remote. Nuestra plataforma es una forma sencilla, segura y fiable de cobrar rápidamente en euros, y sin comisiones ocultas. Obtén más información sobre cómo puede ayudarte nuestra plataforma.
Como trabajador por cuenta propia, también tienes que pagar tus impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social. España tiene un impuesto sobre la renta progresivo de entre el 19 % y el 47 %, que indica cuánto tendrás que pagar. Ten en cuenta que este tipo puede variar ligeramente según el lugar de España en el que te encuentres.
Como autónomo (es decir, empresario individual o profesional por cuenta propia), el impuesto sobre la renta de las personas físicas sale de los beneficios de tu negocio. Por tanto, no tienes que rellenar una declaración de la renta aparte ni pagar ningún impuesto de sociedades.
Lo que sí tendrás que hacer será presentar declaraciones trimestrales de tus ingresos y gastos con el modelo 130, además de un resumen anual de estas declaraciones en enero. También tendrás que presentar un resumen de tus relaciones comerciales en febrero (modelo 347) y tu declaración anual del IRPF entre abril y junio. Si contratas a empleados o trabajadores por cuenta propia para clientes de fuera de España, puede que tengas que presentar otros modelos.
También tendrás que pagar la seguridad social, que se establece automáticamente cuando te das de alta en el RETA. El Gobierno español ha revisado hace poco el sistema de seguridad social de las personas autónomas, que ha pasado de una cuota mensual fija a una cuota escalonada en función de sus ingresos. Estos cambios se irán aplicando poco a poco hasta 2031, por lo que cabe esperar que las cifras exactas cambien con frecuencia; en 2023, la cotización mínima anual es de 751 €, con un máximo de 4495 €.
Entre los aspectos más positivos, destacamos que se pueden reclamar deducciones fiscales por varios gastos empresariales, tales como:
Costes de servicios y suministros.
Gastos derivados de trabajar en casa (según lo establecido en el modelo 037).
Gastos del local de las actividades (incluidos los pagos del alquiler o la hipoteca).
Comidas de negocios.
Materiales y equipos.
Marketing y publicidad.
Formación y educación.
Viajes de negocios.
En España, todos los autónomos deben cobrar y pagar el IVA, independientemente de los ingresos que generen. Esto quiere decir que tú cobras y recaudas el IVA de tus clientes, y luego se lo pagas al Gobierno. Al igual que con el IRPF, debes presentar declaraciones trimestrales de IVA (con el modelo 303), así como una declaración anual (modelo 390).
El tipo normal del IVA en España es del 21 %, aunque algunos bienes y servicios se gravan a los tipos inferiores del 10 % y el 4 %. Hay unos pocos bienes y servicios que están exentos de IVA.
Como empresario individual, eres personalmente responsable de las deudas financieras y fiscales, lo que significa que tus bienes privados pueden utilizarse a la fuerza para saldar las deudas de tu empresa. Muchos trabajadores por cuenta propia contratan un seguro de responsabilidad civil para mitigar este riesgo.
También es importante cubrirse las espaldas al redactar y firmar acuerdos con los clientes. Nuestros expertos jurídicos pueden proporcionarte plantillas de contratos conformes a la legalidad, tanto para clientes españoles como internacionales.
Como empresario individual, no hace falta que publiques estados financieros todos los años, pero sí es aconsejable llevar un registro preciso y organizado de tus cuentas, incluidas todas las facturas de tus clientes y las compras de tu empresa. Esto te ayudará a presentar tus declaraciones fiscales de forma más eficaz y te permitirá hacerte una mejor idea de la situación financiera de tu empresa.
Puedes gestionar tú estos registros con una herramienta de contabilidad o contratar a alguien que los lleve por ti.
No es necesario que abras una cuenta bancaria de empresa, aunque puede ser buena idea crear una cuenta separada para tus negocios.
Como ya hemos dicho, los trabajadores por cuenta propia y los empleados se clasifican de forma distinta. Muchas de las protecciones y prestaciones de las que disfrutan los empleados no suelen aplicarse a los trabajadores por cuenta propia.
En consecuencia, las empresas pueden clasificarte erróneamente a propósito para eludir sus obligaciones legales, mientras que otras veces puede ocurrir por accidente. Tanto si es intencionada como si no, la clasificación errónea puede acarrear sanciones y multas tanto para ti como para tu cliente o dar lugar a costosos litigios.
Como trabajador por cuenta propia, puedes hablar con tus clientes para asegurarte de que esto no ocurra. Dejad claro tu papel y tus responsabilidades, y revisa periódicamente el acuerdo de trabajo.
Si, con el tiempo, tu relación laboral cambia y te integras más en la empresa de un cliente, puedes pedir que te conviertan en empleado.
Repasa esta lista de comprobación para determinar si la relación del nuevo colaborador con la empresa debería ser de trabajador por cuenta propia o de empleado.
Exponle el tema directamente a tu cliente y comentad detenidamente los riesgos y beneficios de pasar a una relación empresa-empleado. Sobre todo, deja claro cómo puede beneficiar a las dos partes, no solo a ti.
Incluso puedes sugerir la ayuda de una solución externa, como Remote, que facilite la transición. Nuestros servicios de empleo global se encargan de las funciones clave de RR. HH. (como la gestión de nóminas y de prestaciones) de acuerdo con la legislación española para ayudar a ambas partes a cumplirla.
Como puedes ver, hay mucho que tener en cuenta a la hora de establecerse como trabajador por cuenta propia. Remote puede ayudarte con muchos de estos retos para que tú te centres en hacer crecer tu negocio y cumplir con tus clientes. Te explicamos cómo:
Comprender los diferentes sistemas de facturación, aprobación y pago de tus clientes puede ser complicado y llevar mucho tiempo. Además, los métodos manuales de facturación y cobro pueden aumentar el riesgo de comisiones, errores y retrasos.
Remote te da acceso a un panel de control muy seguro y optimizado que hace que la gestión de facturas y pagos internacionales sea rentable y eficaz. Puedes utilizar nuestra plataforma para cobrar en euros sin complicaciones y sin comisiones ocultas.
Al redactar acuerdos y contratos para tus clientes, corres el riesgo de incumplir la legislación laboral local, sobre todo si trabajas con clientes internacionales. Por eso, Remote ofrece contratos adaptados a las leyes españolas para garantizar que las cumplas. Aparte, nuestros expertos jurídicos pueden orientarte sobre cuestiones complejas, como la clasificación local y la protección de la propiedad intelectual.
Con Remote, se acabó tener que depender de hojas de cálculo y otras herramientas manuales para facturar los pagos; eliminamos muchas de las imprecisiones y retrasos que causan esos procesos arcaicos y la gestión manual. Nuestra plataforma te permite crear facturas, enviarlas para que se aprueben y cobrar en tu moneda local sin necesidad de cambiar de herramienta o software.
Gestionar los impuestos es un trabajo sumamente complejo. Remote te ayuda a hacerlo de forma rápida y eficaz al recopilar datos sobre tus ingresos a partir de las facturas y los pagos que has recibido.
Tener la libertad y la flexibilidad de trabajar con tus propias condiciones es un gran alivio, pero tus responsabilidades administrativas pueden distraerte de lo que realmente quieres: ayudar a tus clientes, realizar un gran trabajo y cobrar las facturas.
Gracias a una plataforma estable y de confianza como Remote, puedes gestionar estas obligaciones con rapidez y eficacia, lo que te permite centrarte en tus objetivos empresariales. Concretamente, podemos ayudarte a:
Evitar las comisiones de intermediación y los retrasos en los pagos por parte de clientes internacionales.
Redactar contratos conformes a la legalidad para clientes españoles y de otros países.
Mejorar la gestión de tus facturas y evitar los procesos manuales.
Cumplir las leyes de trabajo locales relativas a las prácticas laborales.
Nuestra plataforma hace que sea rápido, sencillo y fluido empezar como trabajador por cuenta propia. Obtén más información sobre cómo nuestra experiencia puede ahorrarte tiempo y recursos hoy mismo.
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