Gestiona el empleo en Brasil sin problemas

La legislación laboral de Brasil permite que cualquiera de las partes dé un preaviso para rescindir el contrato de trabajo. En caso de rescisión de un empleado local, el salario del empleado debe abonarse el último día de empleo.

Si el empleado renuncia sin preaviso, el salario correspondiente al periodo trabajado debe pagarse dentro de los siete días siguientes al último día de empleo. En caso de rescisión por mala conducta, el salario del empleado debe abonarse el último día de empleo. Si circunstancias excepcionales impiden el pago inmediato, el empleado debe recibir el pago dentro de los tres días hábiles.

Los empleados deben dar a sus empleadores un preaviso de 30 días para rescindir su contrato.

Cuando el empleador decide rescindir el contrato, el periodo de aviso reglamentario depende de la duración del empleo.

• Durante el primer año, el periodo de aviso es de 30 días.
• Por cada año después del primero, el periodo de aviso aumenta en 3 días, hasta un máximo total de 90 días.

En Brasil, la indemnización por despido depende de la naturaleza de la rescisión. Aunque la indemnización por despido no es obligatoria en todos los casos, por lo general equivale a un mes de salario por cada año que la persona haya trabajado en la empresa.

Los empleadores en Brasil deben aportar el 8 % del salario de cada empleado a un fondo gubernamental de indemnización por despido. Cuando un empleador rescinde el contrato de un empleado, debe pagar el 40 % del saldo del fondo como multa por rescisión. Si el empleado y el empleador acuerdan mutuamente la separación, el empleador debe pagar el 20 %.

El periodo de prueba máximo permitido en Brasil es de 90 días (dos periodos de 45 días). Si el periodo de prueba inicial es de 45 días, puede renovarse solo por un periodo adicional de 45 días.