Acuerdos de reciprocidad fiscal estatal en Estados Unidos

En Estados Unidos, los impuestos federales se aplican a los trabajadores vivan donde vivan. Sin embargo, los impuestos estatales pueden variar, sobre todo para los trabajadores que viven y trabajan en distintos estados. Esta guía proporciona información sobre cómo funcionan los acuerdos estatales de reciprocidad fiscal y qué estados tienen actualmente acuerdos en vigor.

¿Qué es un acuerdo estatal de reciprocidad fiscal?

En los estados con acuerdos de reciprocidad, los trabajadores solo pagan impuestos en el estado en el que tienen su residencia, no en el estado en el que realizan el trabajo. Por ejemplo, una persona que vive en Arizona, pero trabaja en California, no tendrá que pagar impuestos estatales en California porque los dos estados tienen un acuerdo de reciprocidad fiscal.

Los trabajadores por cuenta ajena solo tienen que presentar la declaración de la renta en el estado donde tributan. No tienen que presentar declaraciones de impuestos como no residentes en los estados donde trabajan, ni siquiera para justificar la exención de impuestos. El único caso en que un trabajador está obligado a presentar una declaración de la renta estatal en otro estado es cuando ese estado no tiene un acuerdo de reciprocidad. No obstante, los trabajadores deben facilitar a sus empleadores los formularios fiscales adecuados para evitar que los impuestos estatales se retengan indebidamente.

Para los empresarios, los acuerdos de reciprocidad fiscal estatal simplifican las retenciones. La empresa solo tiene que retener los impuestos estatales y locales en el estado en el que resida el trabajador.

Acuerdos bilaterales

Los acuerdos bilaterales son un pacto mutuo en el que ambos estados acuerdan cómo gestionar los impuestos sobre la renta de los trabajadores transfronterizos. Eso significa que los residentes de un estado que trabajan en otro solo tienen que pagar impuestos sobre la renta en su estado de residencia.

Así, como Pensilvania y Nueva Jersey tienen un acuerdo bilateral, los residentes de Pensilvania que trabajan en Nueva Jersey solo pagan impuestos sobre la renta en Pensilvania, y viceversa.

La mayoría de los acuerdos fiscales recíprocos en Estados Unidos son acuerdos bilaterales.

Acuerdos unilaterales

Los acuerdos unilaterales se producen cuando solo un estado decide cómo trata los ingresos que sus residentes obtienen en otros estados. No necesitan que los demás estados estén de acuerdo.

Por ejemplo, aunque el Distrito de Columbia (Washington D. C.) tiene acuerdos bilaterales con otros estados, su generosa política para los no residentes puede considerarse que adopta un enfoque unilateral. Otros estados, sobre todo Indiana, ofrecen reciprocidad a cualquier estado que haga lo mismo con ellos.

Al fin y al cabo, tanto si estos acuerdos son bilaterales como unilaterales, su principal objetivo es evitar la doble imposición.

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Estados con acuerdos de reciprocidad

Los siguientes estados tienen acuerdos de reciprocidad fiscal con al menos otro estado:

Estados sin impuestos sobre la renta

Nueve estados no tienen impuestos estatales. Los empleados que trabajan en esos estados, pero viven en otro, no tienen que presentar ninguna documentación por trabajar fuera de su estado de residencia, pero sí tienen que presentar y pagar los impuestos estatales en el estado donde viven.

Los estados que no tienen impuestos estatales sobre la renta son los siguientes:

• Alaska

• Florida

• Nevada

• Nuevo Hampshire

• Dakota del Sur

• Tennessee

• Texas

• Washington

• Wyoming

Qué debes hacer si tu estado no tiene reciprocidad fiscal

Los trabajadores que trabajan en estados sin acuerdos de reciprocidad no tienen que pagar todos los impuestos de ambos estados. La ley federal de Estados Unidos prohíbe que varios estados cobren impuestos estatales sobre los mismos ingresos.

Sin embargo, las personas que trabajan en estados sin acuerdos de reciprocidad tienen que hacer algo de tarea extra. En primer lugar, es probable que tengas que presentar dos (o varias) devoluciones de impuestos:

• Una para el estado donde trabajas (no residente)

• Otra para el estado en el que vives (residente)

A continuación, no dejes que la perspectiva de la doble imposición te desanime. Comprueba si tu estado de origen ofrece créditos por impuestos pagados en otro lugar, y mantén en orden toda la documentación relacionada: la necesitarás para reclamar esos créditos.

Si es necesario, prepárate para pagar impuestos estimados para evitar sorpresas a final de año. Presenta siempre tus impuestos a tiempo para evitar penalizaciones. Dada la complejidad de las leyes sobre impuestos y su tendencia a cambiar, ponerse en contacto con un profesional fiscal es una decisión inteligente.

Por último, mantenerse informado sobre las actualizaciones fiscales y organizar tus documentos fiscales simplifica todo el proceso, y así la tarea de declarar los impuestos es algo más llevadera.

¿Qué deben saber las empresas?

Las empresas con empleados que trabajen en estados con acuerdos de reciprocidad deben asegurarse de que sus empleados presentan el formulario adecuado para su estado, como se indica en la tabla anterior. 

Las empresas están obligadas a retener impuestos estatales por cada empleado, por lo que es importante retener la cantidad correcta. Lo mismo ocurre con las empresas internacionales con trabajadores en Estados Unidos.

Además, las empresas pueden tener que registrar su empresa tanto en el estado en el que se desarrolla el trabajo como en el de residencia del trabajador. Mantener registros precisos es imprescindible en estos casos.

Los estados sin acuerdos de reciprocidad pueden seguir teniendo opciones para los empresarios y sus trabajadores, incluidos los créditos fiscales sobre los ingresos. Asegúrate de evaluar cuidadosamente tu situación fiscal para garantizar que tanto la empresa como el trabajador pagan las cantidades correctas.

Si tienes alguna pregunta, no dudes en pedirle consejo a un profesional fiscal local, como Remote.

Qué conviene hacer si no hay reciprocidad fiscal en tu estado

Los trabajadores que residen en estados sin acuerdos de reciprocidad no tienen que pagar todos los impuestos de ambos estados. La ley federal de Estados Unidos prohíbe que varios estados cobren impuestos estatales sobre los mismos ingresos.

Aun así, las personas que trabajan en estados sin acuerdos de reciprocidad tienen que hacer sus deberes. En primer lugar, es probable que tengas que presentar dos (o más) declaraciones:

• Una para el estado en el que trabajas (no residente).

• Otra para donde vives (residente).

Luego, no dejes que la amenaza de la doble imposición te desanime. Comprueba si tu estado ofrece créditos por impuestos pagados en otro lugar y pon toda la documentación relacionada en orden: es tu billete para pedirlos.

Si hace falta, haz un pago a cuenta de los impuestos aproximados para evitar sorpresas a final de año. Presenta siempre tus impuestos a tiempo para evitar sanciones. Dada la complejidad de las leyes fiscales y su tendencia a cambiar, te conviene consultar a un experto en fiscalidad.

Por último, estar al día de las actualizaciones en materia fiscal y tener la documentación preparada agiliza todo el proceso, así las temporadas de declaración de impuestos siempre resultan menos estresantes.

¿Qué deben saber las empresas?

Las empresas con empleados que trabajen en estados con acuerdos de reciprocidad deben asegurarse de que sus trabajadores presentan el formulario adecuado para su estado, como se indica en la gráfica anterior. 

Las empresas están obligadas a retener impuestos estatales a cada empleado, por lo que es importante retener el importe correcto. Esto también se aplica a las empresas internacionales con trabajadores en Estados Unidos.

Además, puede darse el caso de que una empresa tenga que estar registrada tanto en el estado donde trabaja el empleado como en el estado en el que reside. En estos casos, es imprescindible que los registros sean precisos.

Los estados sin acuerdos de reciprocidad pueden tener diferentes opciones para las empresas y sus trabajadores, como desgravaciones fiscales. Analiza minuciosamente tu situación fiscal específica para garantizar que tanto la empresa como el empleado pagan lo que corresponde.

Si no tuvieras claro algo, no dudes en pedir consejo a un profesional fiscal local, como Remote.

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