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¿Todo listo para dirigir tu desarrollo profesional aprendiendo a ser trabajador por cuenta propia independiente? Canadá es un lugar ideal para iniciar tu andadura como autónomo.
Y no solo por la amabilidad de sus gentes, los impresionantes paisajes y, por supuesto, el mejor sirope de arce del mundo. El Gran Norte Blanco es un verdadero centro empresarial que apoya y capacita a los trabajadores por cuenta propia independientes. Y su ciudad más grande, Toronto, es uno de los destinos mundiales del trabajo remoto.
Pero antes de empezar, tendrás que saber cómo hacer lo siguiente:
Registrar tu negocio en Canadá
Evitar el riesgo de clasificación errónea como empleado.
Crear contratos conformes a la legalidad y que te protejan.
Facturar y cobrar pagos de todo el mundo.
Esta guía explica cómo hacerse autónomo en Canadá, incluidas las obligaciones fiscales y otras responsabilidades que hay que tener en cuenta.
Pero antes, es importante aclarar cómo define Canadá a los trabajadores por cuenta propia independientes.
Los autónomos son trabajadores que prestan servicios remunerados a un tercero. Sin embargo, están clasificados de forma diferente a los empleados y no tienen derecho a las mismas prestaciones.
Para ayudar a determinar si un trabajador es un autónomo o un empleado, la Agencia Tributaria de Canadá (CRA) aplica varias pruebas determinantes, entre las que se incluyen:
Si se le permite al trabajador subcontratar el trabajo.
Quién asume la exposición al riesgo financiero.
Quién proporciona las herramientas y el equipo necesario para poder realizar el trabajo.
Quién fija el precio y controla el volumen de trabajo.
La exclusividad del acuerdo.
El nivel de integración en la empresa, por ejemplo: ¿Tiene el trabajador una dirección de correo electrónico interna en la empresa? ¿Asiste a reuniones y actos internos de la empresa?
El trabajo autónomo va en aumento, como demuestran los 64 millones de profesionales que realizan trabajos por cuenta propia solo en Estados Unidos. He aquí algunas de las mejores razones para seguir esta trayectoria profesional:
Al ser tu propio jefe, tienes el control total sobre cómo trabajas. Puedes elegir los plazos, procesos y sistemas que se adapten mejor a tu estilo de vida.
Esta flexibilidad es especialmente beneficiosa para los padres, ya que les permite adaptarse a los horarios de sus hijos. También es ideal para los nómadas digitales, que pueden seguir trabajando mientras realizan excursiones, incluso optando por contratos de menor duración para hacer escapadas más largas.
Además de un horario laboral flexible, tienes libertad para aceptar o rechazar proyectos en función de cómo se alineen con tus intereses y objetivos.
Al ser trabajador por cuenta propia independiente, puedes aprovechar las deducciones fiscales que no están disponibles para los empleados fijos. Por ejemplo, la oficina en casa, Internet y el teléfono, la publicidad y las primas del seguro médico se pueden amortizar como gastos de la empresa.
Estas deducciones compensan el impuesto sobre la renta que debes a final de año, lo que te permite conservar una mayor parte de tus ingresos.
Cambiar regularmente de trabajo ayuda a ampliar tu experiencia laboral. Tienes la oportunidad de desafiarte a ti mismo, aprender nuevas habilidades y ampliar tu red de contactos. Esto enriquece tu currículum y te hace más atractivo para futuros clientes.
Además, tener varios clientes te permite ampliar tu flujo de ingresos y te proporciona un buen colchón durante los periodos de menor actividad.
Trabajar como trabajador por cuenta propia independiente te da la oportunidad de ganar más de lo que ganaría un empleado en el mismo puesto. A diferencia de los empresarios, tus clientes no están obligados a ofrecerte prestaciones ni a cubrir los costes de tu equipo. Esto significa que puedes cobrar más por tu trabajo y seguir siendo competitivo.
También eres responsable de los impuestos de autónomos como empresario individual, lo que justifica aún más tu derecho a aumentar tus honorarios en consecuencia.
Aunque trabajar como autónomo tiene muchas ventajas, no es para todo el mundo. Antes de avanzar en el aprendizaje para convertirte en autónomo, hay otros factores clave que debes tener en cuenta.
En general, el trabajo autónomo es ideal para las personas apasionadas que buscan más libertad y variedad en su trabajo. Aunque este trabajo se asocia más comúnmente a los campos creativos, también ha habido un crecimiento significativo en otras áreas, como la conducción de taxis o el adiestramiento de animales.
Al no tener jefe, eres la única persona responsable de entregar tus encargos en los plazos acordados. Esto significa que necesitas tener mucha disciplina y gestionar bien tu tiempo.
Ten en cuenta que tampoco habrá compañeros de trabajo cerca, lo que puede facilitar o dificultar —según tu forma de trabajar— que mantengas la concentración.
Cuando eliges trabajar como autónomo independiente, eres responsable de mucho más que de tus proyectos diarios. Por ejemplo, el trabajo administrativo, como crear facturas y contratos, será tarea tuya. Normalmente, también tendrás que hacer marketing para conseguir nuevos clientes. Estas tareas pueden quitarte mucho tiempo, por lo que es importante tenerlas presentes.
Por último, debes estar preparado económicamente para trabajar por cuenta propia. Puede que tengas que comprar tus propias herramientas y equipos, por ejemplo. Y como no tienes derecho a un seguro médico como los empleados a tiempo completo, tendrás que contratar el tuyo propio. Suele ser más caro que cuando lo contrata una empresa para sus empleados.
Además, tus clientes no te retendrán impuestos. Así que tendrás que apartar dinero para pagar los impuestos que debes cada año y presentar impuestos trimestrales a la autoridad fiscal pertinente.
Para trabajar como trabajador por cuenta propia independiente en Canadá, tendrás que elegir una estructura jurídica para tu empresa. Estos son algunos de los modelos más habituales:
Esta sencilla estructura es ideal para los trabajadores por cuenta propia independientes. Tienes el control total de la empresa, aunque no hay separación legal entre tú (el propietario) y la empresa.
Una empresa individual es la opción más sencilla y asequible. El inconveniente es que eres personalmente responsable de todas sus deudas y obligaciones.
Si quieres emprender un negocio con otra persona, una sociedad colectiva puede ser lo más adecuado para ti. Aquí tampoco hay separación legal entre el individuo y la empresa. Tú y tu(s) socio(s) sois personalmente responsables de las deudas y obligaciones.
La fusión de competencias puede dar lugar a más oportunidades de negocio y crecimiento. Sin embargo, algunos ven la responsabilidad compartida y la autonomía limitada como una desventaja.
Una sociedad anónima es una entidad formal y legal que está separada de ti, la persona. Todos los ingresos y pérdidas se atribuyen a la empresa y no a ti personalmente. En Canadá, puedes constituir tu empresa a través de las autoridades federales o provinciales/territoriales.
Las ventajas de una sociedad anónima son una mayor legitimidad y protección de la responsabilidad. Al mismo tiempo, la puesta en marcha lleva más tiempo y hay normas más estrictas.
Cada estructura tiene sus pros y sus contras, pero la mayoría de los trabajadores por cuenta propia eligen el modelo de empresa individual, ya que es bastante sencillo de crear y gestionar.
Una vez que hayas decidido la estructura de tu empresa, es hora de ponerle un nombre. Este nombre debe alinearse directamente con tus objetivos empresariales y ayudarte a promocionarte eficazmente. Y, puesto que probablemente se asociará a ti durante mucho tiempo, es importante elegir sabiamente.
Decantarte por tu nombre propio o por algo diferente dependerá de tus circunstancias específicas. Tu nombre puede bastar si es fácil de escribir y de pronunciar. Dicho esto, solo debes tomar esta vía si piensas dirigir tu negocio en solitario a largo plazo.
Considera un nombre alternativo si el tuyo podría presentar alguna complicación o si quieres que tu equipo crezca en el futuro. Este enfoque también es más inteligente si vendes productos.
En lo que se refiere a los nombres de empresas, es preferible que sean sencillos y aptos para la web. Si el nombre es demasiado largo o complicado, puede ser más difícil que los clientes potenciales te encuentren.
Al mismo tiempo, el nombre de tu empresa debe ser único y fácil de recordar para que puedan diferenciarte. Investiga un poco a tus competidores para asegurarte de que ninguno de ellos se llama igual que tú. Además, evita los nombres que puedan confundirse con otras empresas de tu zona.
Si eliges la empresa individual, tendrás que registrar tu empresa en el Gobierno provincial/territorial de tu localidad, no en el Gobierno federal. Cada provincia/territorio tiene sus propios requisitos de registro, por lo que es buena idea consultar las disposiciones del Gobierno de donde residas.
En algunos casos, también puede que necesites un número de empresa federal. Si estás en Columbia Británica, Manitoba, Nueva Escocia, Ontario o Saskatchewan, recibirás automáticamente este número cuando completes el registro de tu empresa. Si no, tendrás que adquirir uno a través de la CRA. Para obtener más información sobre cómo registrar una empresa individual en Canadá, visita la página web del Gobierno canadiense.
Para las sociedades anónimas, este proceso es un poco más complejo. Tendrás que presentar los estatutos, registrarte en la zona en la que piensas desarrollar tu actividad y obtener las licencias y permisos necesarios.
Después de saber cómo convertirte en trabajador por cuenta propia independiente en Canadá, es importante que conozcas tus obligaciones fiscales.
Como trabajador por cuenta propia independiente, eres responsable de calcular y pagar tus propios impuestos y cotizaciones sociales. Como la mayoría de los países, Canadá tiene un impuesto sobre la renta progresivo que determina cuánto debes.
Si eres empresario individual, pagas el IRPF sobre los beneficios de tu empresa. En concreto, debes hacer lo siguiente:
Declarar los ingresos de tu empresa con el formulario T2125.
Rellenar el formulario 428 para calcular tus impuestos provinciales/territoriales (si estás en Quebec, debes rellenar una declaración de impuestos provincial aparte).
Ambos formularios se incluyen en la declaración general T1 del IRPF.
Si generas unos beneficios empresariales superiores a 3500 dólares, también debes cotizar al Plan de pensiones de Canadá (CPP), o al Plan de pensiones de Quebec (QPP), si resides allí. Como trabajador autónomo, tendrás que pagar la cuota íntegra del 11,4 % sobre los beneficios de tu empresa, aunque la cuota máxima anual está limitada a 7 508,90 dólares.
El año fiscal canadiense va de enero a diciembre, y la fecha límite de presentación para los trabajadores autónomos es el 15 de junio. Sin embargo, si pagas más de 3000 dólares de impuestos netos (o 1800 dólares en Quebec), tendrás que pagar trimestralmente, y el primer plazo vence en marzo. Puedes obtener más información sobre el pago a plazos de tus impuestos en el sitio web de la CRA.
La ventaja es que puedes desgravar múltiples gastos empresariales, como material y equipos de oficina, kilometraje y viajes relacionados con la empresa, y honorarios profesionales y legales.
En Canadá, el IVA se conoce como impuesto sobre bienes y servicios e impuesto armonizado sobre las ventas (GST/HST). Si ganas menos de 30 000 dólares en cuatro trimestres comerciales consecutivos, la CRA te considera un «pequeño proveedor» y no tienes que cobrar el GST/HST.
Si esto cambia y ganas más de 30 000 dólares en cuatro trimestres, tendrás que registrarte y empezar a cobrar el GST/HST. La CRA ha elaborado una guía práctica que explica claramente si tienes que pagar el GST/HST y cuándo.
Como empresa individual, eres personalmente responsable de las deudas financieras y fiscales, lo que significa que tus bienes personales pueden ser utilizados a la fuerza para saldar las deudas de tu empresa. Muchos trabajadores por cuenta propia independientes contratan seguros de responsabilidad civil para minimizar este riesgo.
También es importante cubrirse las espaldas al redactar y firmar acuerdos con los clientes. Nuestros expertos jurídicos pueden proporcionarte plantillas de contratos plenamente conformes a la legalidad, tanto para clientes canadienses como internacionales.
Como empresa individual, no necesitas preparar estados financieros públicos. No obstante, debes utilizar una herramienta básica de contabilidad (aunque sea una hoja de cálculo de Excel) para registrar y controlar tus transacciones y gastos. Esto también te facilitará rellenar el formulario T2125 en tu declaración de la renta.
No es obligatorio abrir una cuenta bancaria comercial separada, pero en general se recomienda para simplificar la contabilidad de ingresos y gastos de tu empresa.
Gestionar los impuestos es una tarea sumamente compleja. Remote te ayuda a hacerlo de forma rápida y eficaz recopilando datos sobre tus ingresos a partir de tus facturas y de los pagos que has recibido.
Si te estableces como trabajador por cuenta propia independiente, es importante estar correctamente clasificado. En Canadá hay varias diferencias fundamentales entre los trabajadores por cuenta propia independientes y los empleados.
Si te contratan como empleado, trabajas exclusivamente para una empresa y operas bajo su control. Eso significa que hay un horario, un lugar de trabajo y unas horas predeterminados. Tienes un jefe y normalmente no se te permite externalizar tus tareas.
Como trabajador por cuenta propia independiente, tienes libertad para trabajar para tantas empresas como quieras. También tienes control sobre cuándo y dónde haces las cosas. No hay subordinados ni supervisores, y normalmente puedes subcontratar a otro autónomo para que haga tu trabajo.
Los empleados están inscritos en el sistema de nóminas de la empresa y reciben pagas constantes con deducciones estándares. Su empresa es responsable de retener y presentar los impuestos en su nombre.
La remuneración está mucho menos estructurada para los trabajadores por cuenta propia independientes. Simplemente firmas un acuerdo que establece las condiciones de pago. Los clientes no te retienen los impuestos. Eso significa que es tu responsabilidad controlar y declarar tus propios ingresos y pagar los impuestos que te corresponden cada año.
Como empleado en Canadá, tienes derecho a planes de prestaciones que incluyen seguro médico, tiempo libre remunerado (vacaciones pagadas), horas extraordinarias y paga de vacaciones. También tienes más protecciones frente al despido.
Si eres un trabajador por cuenta propia independiente, no tienes acceso a estas prestaciones. Las empresas solo están obligadas a cumplir lo que dice el contrato. Eso significa que tienes que contratar tu propio seguro médico. No obstante, puedes desgravar las primas mensuales al presentar la declaración de la renta.
Los empresarios dan a los empleados el equipo que necesitan para hacer su trabajo, como ordenadores portátiles o teléfonos.
Si te contratan como trabajador autónomo, deberás comprar tu propio equipo y no se te reembolsará. También tienes que gestionar los costes de reparación, mantenimiento y seguro.
Como hemos dicho, los autónomos no se clasifican de la misma forma que los empleados. Las protecciones y prestaciones de que disfrutan los trabajadores por cuenta ajena no suelen aplicarse a los autónomos.
En consecuencia, las empresas pueden clasificarte erróneamente a propósito para eludir sus obligaciones legales, mientras que otras veces puede ocurrir por accidente. Tanto si es intencionada como si no, la clasificación errónea puede acarrear penalizaciones y multas tanto para ti como para tu cliente.
Como trabajador por cuenta propia, puedes hablar con tus clientes para asegurarte de que esto no ocurra. Dejad claro tu papel y tus responsabilidades, y revisa periódicamente el acuerdo de trabajo. Si aún no estás seguro de cómo se te debe clasificar, ponte en contacto con la CRA para solicitar una resolución.
Si, con el tiempo, tu relación laboral cambia y te integras más en la empresa de un cliente, puedes pedir que te conviertan en empleado.
Exponle el tema directamente a tu cliente y comentad detenidamente los riesgos y beneficios de pasar a una relación empresa-empleado. Sobre todo, deja claro cómo puede beneficiar a ambas partes, no solo a ti.
Incluso puedes sugerir la ayuda de una solución externa, como Remote, que facilite la transición. Nuestros servicios de empleo global ayudan a ambas partes a cumplir las normas, ocupándose de las funciones clave de RR. HH. (como la gestión de las nóminas y la administración de las prestaciones) conforme a la legalidad canadiense.
Repasa esta lista de comprobación para determinar si la relación del nuevo colaborador con la empresa debería ser de trabajador por cuenta propia o de empleado.
Como trabajador por cuenta propia, te corresponde a ti gestionar tus facturas y el cobro de los pagos. Por desgracia, esto significa facturar a cada cliente por separado y cobrar con el método de pago que ellos elijan, lo cual puede ser lento y poco eficaz.
Estas son las formas más habituales de cobrar:
Transferencias bancarias.
Ingresos en cuenta.
Cheques en papel.
Giros postales.
Monederos virtuales.
Servicios digitales de transferencias como PayPal y Wise.
Todos estos métodos tienen sus pros y sus contras. Por ejemplo, las transferencias bancarias y digitales pueden ser bastante rápidas, pero muchas veces conllevan elevadas comisiones de servicio.
Si tienes clientes en otros países además de Canadá, el proceso de cobro se complica.
Familiarizarse con los distintos sistemas de facturación, aprobación y pago de tus clientes suele llevar mucho tiempo. Además, los métodos manuales de facturación y cobro pueden aumentar el riesgo de comisiones, errores y retrasos.
Remote te da acceso a un panel de control muy seguro y optimizado que hace que la gestión de facturas y pagos internacionales sea rentable y eficaz. Puedes utilizar la plataforma para cobrar rápidamente en dólares canadienses sin molestias y sin comisiones ocultas.
Al redactar acuerdos y contratos para tus clientes, corres el riesgo de incumplir la legislación laboral local, sobre todo si trabajas con clientes internacionales. Remote ofrece contratos locales adaptados a la legalidad canadiense, garantizando así que trabajas conforme a la legalidad.
Aprender a ser trabajador por cuenta propia independiente en Canadá requiere la diligencia debida.
Gracias a una plataforma estable y de confianza como Remote, puedes gestionar estas obligaciones con rapidez y eficacia, lo que te permite centrarte en tus objetivos de negocio.
Evita las comisiones de intermediación y los retrasos en los pagos de los clientes internacionales.
Redacta contratos conformes a la legalidad para clientes canadienses y extranjeros.
Mejora la gestión de tus facturas y evita los procesos manuales.
Cumple las leyes de trabajo locales relativas a las prácticas laborales.
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