De un vistazo
En el dinámico mundo actual de los RR. HH., la gestión del rendimiento puede impulsar el crecimiento o frenarlo. Remote transformó su propio proceso de evaluación, que duraba dos meses, en un ciclo de rendimiento de 48 horas, lo que fomentó una cultura de evaluación continua, decisiones más rápidas y una mayor cohesión entre 1800 empleados.
- Las revisiones se completaban 15 veces más rápido, con lo que el proceso pasó de dos meses a 48 horas nada más para 1800 empleados.
- El 95 % de los empleados completó la revisión el primer día, por lo que la participación y el compromiso eran casi totales.
- Gracias a la información de rendimiento en tiempo real y a una calibración más precisa, los líderes tomaron decisiones más rápidas y justas en cuanto a los ascensos y la remuneración.
Por qué la gestión tradicional del rendimiento no funciona
Las revisiones de rendimiento en Remote llegaban a prolongarse entre seis y ocho semanas. A medida que la empresa creció hasta superar los 1800 empleados en todo el mundo, el proceso se volvió insostenible.
Los responsables se veían desbordados por las tareas administrativas y los empleados recibían comentarios cuando ya no tenían sentido, así que la calibración generaba más fricciones que claridad. Al final, un proceso destinado a impulsar el rendimiento estaba lastrando a la empresa.
«Las revisiones tradicionales se alargaban meses y, cuando llegaban los comentarios, ya estaban desfasados. Remote Perform nos da la velocidad y la claridad que necesitamos para crecer con facilidad». — Barbara Matthews, directora de Personal de Remote
Un replanteamiento radical: crear el ciclo de rendimiento de 48 horas
En lugar de ajustar el proceso antiguo, Remote decidió rehacerlo de cero. El equipo de Personal se asoció con los de Producto e Ingeniería para diseñar un nuevo modelo en Remote con un objetivo ambicioso: completar una revisión de rendimiento global en solo 48 horas.
El núcleo del cambio fue un giro en cuanto a la cultura: Remote quería que no hubiera sorpresas, que la evaluación fuera continua, que hubiera la máxima transparencia y que los datos de rendimiento fueran orientados directamente a la toma de decisiones.
Para hacerlo realidad, la empresa se centró en tres elementos clave: comentarios, autorreflexiones y calibración constantes. Los responsables recibieron formación sobre cómo dar y recibir comentarios, los empleados registraron logros y notas de crecimiento en Remote, y los líderes celebraron reuniones mensuales para remar en la misma dirección en cuanto a tendencias de rendimiento. Con el tiempo, el rendimiento pasó a evaluarse de forma continua en vez de ser una carrera frenética dos veces al año. Cuando comenzó el ciclo de 48 horas, la gente ya iba más al unísono, y los líderes estaban preparados para tomar decisiones más rápidas y justas.
El primer día, tanto empleados como responsables enviaron sus reflexiones y valoraciones. Los borradores generados por IA, a partir de meses de notas y comentarios, ahorraron horas de redacción manual y convirtieron las evaluaciones en conversaciones, no en una carga. Los empleados pudieron leer, ajustar y enviar sus revisiones en cuestión de minutos.
El segundo día se centró en la calibración. Los líderes ya disponían de vistas generales del rendimiento y curvas de calibración en tiempo real, con lo que pudieron hacerse una idea clara de las tendencias y los casos atípicos. Las valoraciones, ascensos y subidas salariales se cerraron al momento, sin hojas de cálculo ni cadenas de correos electrónicos que ralentizaran el proceso.
«Hemos convertido la gestión del rendimiento en un hábito continuo. Remote Perform nos ayuda a integrar la evaluación continua en nuestra forma de trabajar». — Barbara Matthews, directora de Personal de Remote
Gestión del rendimiento a velocidad y crecimiento récord
Lo que antes la directiva tardaba dos meses en hacer se convirtió en un esprint de dos días con mejores resultados:
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Las revisiones se completaron 15 veces más rápido, en tan solo 48 horas.
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El 95 % de los empleados completó su revisión el primer día.
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Los líderes tomaron decisiones justas, con datos y en tiempo real en cuanto a los ascensos y la remuneración.
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Los responsables y los empleados iban más en sintonía, y había menos sorpresas durante el proceso.
«Ni en mis mejores sueños me imaginaba llegar al 95 % de finalización en un solo día, me parece un hito de la gestión del rendimiento. Remote Perform hace que el proceso sea más rápido, más justo y mucho menos tedioso». — Barbara Matthews, directora de Personal de Remote
De la carga del proceso a una cultura de rendimiento
Para Remote, el ciclo de 48 horas fue más que un cambio de proceso, ya que los responsables y los líderes pudieron ver el rendimiento mejor que nunca, con datos coherentes, continuos y prácticos.
Con Remote Perform, los responsables ya no tienen que esperar meses para saber cómo van sus equipos. Pueden comprobar el estado del rendimiento en cualquier momento, priorizar conversaciones y apoyar de forma proactiva a los miembros del equipo. Los líderes pueden ver en qué aspectos están más o menos claras las expectativas, en qué otros que van peor hay que centrarse más y dónde necesitan más oportunidades para crecer los mejores talentos.
En el caso de Remote, esto hizo que la gestión del rendimiento se transformara en una cultura sin sorpresas: continua, transparente y fortalecedora. Los responsables dedican menos tiempo a tareas administrativas, los empleados obtienen comentarios cuando toca y los líderes toman mejores decisiones con información en tiempo real.
«Si el rendimiento nunca para, ¿por qué iban a tener que parar los comentarios? Mi idea es vivir en un mundo en el que no paremos de hablar de la gestión del rendimiento. Remote Perform nos ayuda a acercarnos a ese objetivo cada día». — Barbara Matthews, directora de Personal de Remote